top of page
​En nuestro día a día puede que practiquemos muchas cosas: trabajo, estudio, compartir con familia y amigos, novio, novia, ejercicio, trabajo en un ministerio, etc. Estas actividades aunque puede que tengan un efecto positivo en nuestra vida, también pueden comenzar a tomar mucho espacio, algunas pasan a ser prioridad, otras generan estrés, cansancio, y al final terminan siendo situaciones que pueden alejarnos de Dios.
Poco a poco esa distancia es cada vez más grande y lo peor es que podemos acostumbrarnos a ello, pero a pesar de esto muy en el fondo sabes que algo no anda bien.

"Vuelve a Él"

​Parece increíble pero incluso las cosas que pueden ser de bendición para nosotros pueden dejar de serlo si perdemos el norte, es decir olvidar por quién y para quién son estas cosas. Esto nos lo dice Jesús en Mateo 15:8

​​

"Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí"

 

Qué fuerte es esto, decimos que Dios es lo más importante pero nuestro corazón no piensa lo mismo. Muchas personas se llenan de compromisos y actividades, no tienen tiempo casi ni para respirar, ¿y a los cristianos? eso también nos puede pasar, vamos a la Iglesia, trabajamos en ministerios, pero... ¿Nuestro primer amor? de nada sirve que hagamos buenas obras si no hay una convicción real de para quién son todas ellas. Así es como muchas veces nuestro diario vivir en vez de acercarnos a Dios, nos aleja cada vez más y más.
 
Quizás has experimentado lo que es asistir a la Iglesia y salir igual, leer la Biblia y no entenderla, cantar una canción a Dios y sentirte vacío(a) y esto es porque no hay una disposición en tu corazón, ya no lo sientes, no estás aprendiendo.
Simplemente escuchas las palabras pero adentro ¡no pasa nada! tu corazón poco a poco no sólo se aleja de Dios, sino que se endurece y esto tiene consecuencias en tu vida, en tu tiempo con Dios, en tu estado de ánimo, en tus decisiones.... ¡En todo!
​
El notar que algo no está bien es clave, porque entonces debes volver a tu primer amor, al que te rescató, te salvó y te da todos los días una nueva oportunidad. Es cierto que a veces olvidamos de dónde nos sacó Dios, cómo Él cambio nuestra vida, lo fiel que ha sido y lo maravilloso que és.
Han sido varias las veces que he sentido que Dios está lejos de mí, he sentido una ansiedad horrible porque las emociones me abruman, el estrés de la vida diaria ha tomado un gran lugar y esto me ha afectado mucho ¿Te ha pasado?, ¡es horrible!
Pero Dios me ha enseñado que Él nunca se aleja, Él nunca va a dejarnos, somos nosotros los que nos alejamos de Él, porque no lo buscamos y no estamos dispuestos a escucharlo. Dios nos puede hablar de múltiples formas, he pasado unas semanas difíciles y Él es tan fiel que me ha dicho de todas las formas posibles que a pesar de todo, a pesar de mí, me recibe con los brazos abiertos, ¡Él nos recibe con amor!
 
Cuándo tomamos la decisión de invitar a Cristo en nuestra vida, esto implica que Él hará un trabajo intensivo en nosotros, entregarle nuestra vida no significa que sólo tomará lo bueno o en lo que somos muy hábiles (dones o talentos) también como el alfarero moldea una vasija (Isaías 64:8),  así Dios también hará su obra en nosotros.
Alejarnos de Dios puede darse por las cosas que mencioné en un inicio, pero también puede que pase porque muy en el fondo estamos enojados o resentidos porque no ha respondido a una petición, porque estamos cansados de esperar o porque nos hemos desanimado. Esos son nuestros puntos débiles y parte de su trabajo es enseñarnos a ver su mano en cada cosa, sin que esto haga que nos alejemos de Él cada vez que alguna prueba venga a nuestra vida.
 
¿Qué es lo que te ha alejado de Él? ¿trabajo, pruebas, complejos, temores, alguna decepción, errores del pasado, rencores... heridas? cualquiera que sea podemos entregarselas a Él para que nos haga libres de todas ellas, así es como podremos entregarnos 100% a nuestro Salvador.​
​
No sé cual sea el motivo, pero si no les ha dado la oportunidad de hacer un cambio radical en tu interior, ¡este es el momento! y si te has alejado de Él ¡este es el momento de regresar! Quiero decirte que he orado por tu vida para que Dios toque tu corazón así como ha tocado el mío, estoy convencida que no es casualidad que estés leyendo esto, Dios te está llamando y Él ha marcado el camino para que llegues a Él.
​
El momento es hoy, ya no ignores más su voz como dice en Zacarías 1:3
"Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros"
 
Para terminar esta reflexión quiero compartiles una canción que confirmó esto una vez más en mi vida, toma un tiempo para escucharla, es una promesa y ¡Él siempre cumple su palabra!
Así que vuelve a Él, regresa a casa: ¡Él te está esperando!
 
Sofi :)
 

Sofía Tinoco Torres
bottom of page