​Creer en Él, y esperar en Él aunque no lo veamos, es el motor que nos impulsa a buscarle y a tener esa certeza, pero ahí no termina su trabajo, pues nuestra fe también es y debe ser probada, leyendo un día el libro de Salmos vi específicamente el Salmo 7:9b que dice "El Dios justo prueba la mente y el corazón" Me pareció tan importante esto, el Dios JUSTO prueba no sólo nuestro corazón, también nuestra mente, porque Él es justo y quiere todo de nosotros no sólo una parte y en esto es donde vienen las pruebas.​

Estas son parte de nuestra vida, y en especial de nuestro andar como hijos de Dios, porque esta es la mejor forma de probar nuestra fe, algunas son más largas que otras, o más dolorosas o más difíciles, pero el como la pasamos, si a flote o hundiéndonos, depende de nuestra fe en Dios, de cuanto nos acercamos a Él y sobre todo de cuanto confiémos en Él.

 

Hace poco tuve la gran bendición de poder alejarme de todo en una linda montaña de mi país, con mi grupo de jóvenes para asistir a un campamento, la primera noche que pasamos allá, el viento estaba increíblemente fuerte, su sonido era tan fuerte que en el silencio resonaba por toda la cabaña y conforme avanzó la noche fue aumentando su estruendo. Fue tanto que durante la madrugada llegué a creer que la cabaña iba a desprenderse pues el viento retumbaba en mis oídos y en las paredes del lugar. Pero aunque fue fuerte, la estructura se mantuvo firme, nos protegió del frío, del peligro y de todo... ¡Me sentí segura!​ a salvo y pude volver a dormir.

 

Cuando desperté sentí que Dios me estaba dando un ejemplo de lo que es la fe, me atrevo a comparar esto a como Dios es nuestra protección, Él siempre es fiel, pero sin fe no es posible entregarse por completo. Y así como la cabaña resistió al fuerte viento, nuestra fe nos ayuda a resistir a las tempestades que pueden venir con las pruebas, en vez de salir corriendo de los peligros o miedos que nos pueden generar las pruebas, corremos pero a sus brazos. Le buscamos en todo momento, para hallar no solo su protección en la prueba sino su compañía en nuestro andar, en nuestro vivir, esto es lo que permite que lleguemos a tener una fe que se mantiene pero sobre todo ¡que crece!

 

Muchas veces nos quejamos de las pruebas, creo que nadie quisiera pasar por ellas, pero estas son las que permiten que se desarrolle y manifieste nuestro carácter, porque Dios es Justo y como dice el Salmo, Él prueba no sólo la mente, también el corazón. Y pasa mucho que queremos creerle y confiar con todo nuestro corazón, pero nuestra razón no nos deja y seguimos metiendo mano a lo que Él está haciendo, como si necesitara nuestra ayuda...

La clave diría es: en vez de esforzarnos más, ¡¡CONFIEMOS más!!

​

Qué lindo tener una fe a prueba de fuego como la tuvo Ananías, de leones como Daniel, a prueba de gigantes como David, a prueba de agua como Pedro, a prueba de muros y ejércitos como Josué, de tempestades y de dolor como Job.... a prueba de todo. ¿Lo mejor? es que ¡es posible!, siempre convencidos de esto aunque no lo vemos, porque sabemos que su bendición viene y vendrá siempre. En los momentos alegres de tu vida, Él estará en primera fila gozándose de verte feliz, en las pruebas resistirás y Él te sostendrá, así de cierto... así de hermoso: en todo tiempo.

 

Yo te invito a pensar ¿Cómo están los cimientos de tu vida? ¿Cómo está tu fe? ​

¿Querés una fe a prueba de todo? ¡Trabaja en esto hoy, acércate a Dios todos los días, en todo tiempo y construye con Él una fe a prueba de todo!

​

Sofi :)

​

​