top of page

¿Mi inteligencia o Su voluntad?

​​¿Has escuchado la frase: "No todo lo que brilla es oro?" Esta se usa para comparar con una ilusión, es decir algo que parece ser real, brillante, bueno y hermoso para nuestra vida pero al final no lo es.

​

El contenido de esta frase lo relaciono con lo que es nuestra inteligencia: Dios nos dotó de ella y el ser humano la ha podido usar para cosas increíbles, pero no es por inteligencia que somos salvos, ni por ella que somos valiosos ante Dios​.

 

Es un hecho que Dios nos ama porque Él nos hizo, somos sus hijos y entre todas sus promesas está el decirnos que va a estar siempre junto a nosotros pero en este andar debemos aprender algo y es a seguir su voluntad. Si fuéramos robots esto sería algo sencillo porque ya nos hubiera programado para seguirle, pero nos dio la oportunidad de escoger (libre albedrío) y la capacidad de razonar, de ser inteligentes pero además de amar, y es con alma, mente y corazón que quiere que le busquemos. Así que en esta triada, destaco hoy la que a veces resulta más complicada: la mente, es decir nuestra inteligencia.

 

 

Sí regresamos a nuestros antepasados: Adán y Eva, recordaremos que fueron expulsados del paraíso porque desobedecieron a Dios, probaron del fruto prohibido que era el árbol de la ciencia del bien y el mal. Sintieron curiosidad por saber, conocer, digámoslo así "ser inteligentes", pero el punto clave es la desobediencia, ellos no siguieron lo que Dios les había mandado y se dejaron engañar por la serpiente.

Entonces vemos que esta dificultad de seguir lo que nos pide viene de tiempo atrás, es parte de nuestra naturaleza, pues somos seres humanos pecadores, pero Él quiere enseñarnos a que nuestro camino sea diferente. Creer que podemos solos es muy común, sobre todo porque nos creemos muy "inteligentes" y a veces tendemos a razonar todo, a cuestionarlo, e incluso nuestra mente nos dice muchas veces "eso es imposible" pero olvidamos que Dios no piensa como nosotros, Él no es como nosotros, como lo dice bien en Isaías 55:8

 

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos y mis caminos no son vuestros caminos"

​

​Es fácil olvidar que Dios no es como nosotros, no piensa igual que vos y yo, no tratemos de descifrarlo porque su plan es tan grande que como dice su palabra ningún ojo ha visto, ninguna mente ha podido imaginar lo que Él ha preparado para nosotros. (1 Corintios 2:9)



​Entonces algo es claro y es que Él quiere lo mejor para sus hijos pero tenemos que aprender a confiar en Él y a obedecerle. Entonces obedecer implica confiar y no fiarnos en nuestra propia mente humana (Proverbios 3:5)  y esto también significa decir NO, cuando es algo que Él no tiene para nuestra vida.

Una vez hablando con una amiga ella me dijo: "es que si haces algo por tu voluntad y no por la de Dios, no estás cumpliendo con lo que Él tiene para vos, porque estás haciéndolo por tus medios, por tu inteligencia, entonces lo que llamas "bueno" en realidad no lo es..."

 

¡Es cierto! pues no todo lo que brilla es oro y no todo porque sea "bueno o bonito" significa que es lo que Dios tiene para vos o para mí. A veces "consultamos" a Dios qué es lo que Él quiere que hagamos, pero al final lo que hacemos es casi que avisarle lo que pensamos hacer, y esto trae consecuencias, pues estamos desobedeciendo.

​

En Daniel 2:20 encontramos: "Dios es el que nos da la inteligencia y sabiduría"

​

Y el principio de la sabiduría está en el temor a Dios (Salmos 111:10) y el temor es sinónimo de obedecerle, entonces todo tiene relación, pero es tan fácil olvidarlo. La inteligencia de la cual nos dotó es parte de su favor, es don de Dios, pero si seguimos este camino olvidándole, no esperemos que Él esté de acuerdo con lo que decidamos por nuestros propios medios.

Definitivamente que todo nuestro andar como sus hijos es un aprendizaje y en esto debemos prestar especial atención: lo que Dios inspiró a Pablo a escribir en que uno puede hacer todo lo que quiera más no todo me conviene (1 Corintios 10:23), no sólo se aplica a cosas que pueden hacerte un daño "visible" como un vicio o drogas...¡es a todo! es comprometerte en cosas que Dios no tenía para vos, es descuidar ministerios que Él te encargó, es aceptar un trabajo que no te conviene, es decirle sí a una relación que sabes NO es aprobada por Dios, es llenarte de presiones y estrés corriendo como si la vida fuera para eso.

Y así podría seguir describiendo situaciones ¿casualidad? ¡Claro que no! es una lucha constante que debemos enfrentar día a día.

​

No puedo dejar de contar que en este momento de mi vida estoy aprendiendo a fuerza esta lección tomé una decisión que parecía ser "buena" pero Dios no estuvo presente, le avisé no le pregunté y ahora sé que aunque me equivoqué Él es tan fiel que igual va a estar conmigo pero tengo que asumir lo que viene porque no cumplí su voluntad, sino la mía.

Entonces no quiero dejar de compartir esto porque sé que Dios puede enseñarnos de cada cosa, y nos evitaríamos dolores innecesarios de cabeza si le obedeciéramos por completo.

​

Pero algo que es fundamental aquí es entender que la única manera de saber cuál decisión es correcta o no, es sólo si nos acercamos a Él todos los días, para conocerlo más. ¿Cómo? pues cumpliendo con las cosas que deben ser parte de nuestro andar con Él: ORACIÓN, leyendo su palabra, buscándole en todo tiempo, compartiendo con otros. Porque como antes decía Él bien pudo programarnos y listo, pero al contrario nos permite pensar y razonar para tomar decisiones, pero estas serán las mejores si Él está en medio de cada una de ellas.

​

​Por eso te invito a reflexionar en esto ¿Qué está pasando en tu vida? estás tomando decisiones porque así es SU voluntad o ¿por qué parece es lo mejor? Aunque nos equivoquemos podemos enderezar el camino, no dejemos pasar más tiempo y busquemos hacer lo que Él nos pide y hará maravillas con nosotros.

Porque ciertamente la inteligencia es don de Dios pero si la usamos conforme a SU voluntad entonces tendremos la seguridad de que con Dios todas las cosas nos ayudarán a bien. ​

Así que deja que Él te guíe para que al preguntarte ¿es por mi inteligencia o su voluntad? ¡puedas estar 100% seguro(a) y satisfecho(a) de tu respuesta!

Pues como dice el Salmos:
​

​"Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra en rectitud" â€‹

​Salmos 143:10​

​

 

 

Sofi :)

​

Sofía Tinoco Torres

bottom of page