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En estos días he estado llena de cosas y me he dado cuenta que al final del día hago muy poco, me hizo pensar cuando estábamos a principio de año, tuve mucho tiempo libre pero no lo aproveché al máximo, ahora que tengo más tareas y trabajo veo como la organización tiene que ser parte de mi día a día y es ¡URGENTE! Y no sólo organizarme para cumplir con lo que debo hacer, sino que cada uno de mis días sea de bendición, crecer en Cristo y que pueda vivir un día a la vez para Dios, y que con cada cosa que haga Él se enorgullezca.


Esto me hizo pensar en el versículo de Salmo 90:12 “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” Y le pedí a Dios que me enseñara a practicarlo. Este versículo es algo tan concreto y tan directo que nos dice pidámosle a Dios que nos enseñe a que nuestro diario vivir no sea una  rutina sino que ¡nuestro corazón tenga sabiduría! Así que, ¿Qué es la sabiduría? Revisando un libro encontré que en el contexto hebreo implica el desarrollar un saber que supera el conocimiento académico, es decir que no es el que sabe más o conoce más, sino que la sabiduría es el resultado de tener respeto a Dios, temor a Él y practicarlo en nuestros principios de vida conforme a su ley. 


Además para los judíos la sabiduría era considerar la voluntad de Dios como la norma para así ordenarse en su estilo de vida. Quiero detenerme aquí, que importante esto “ordenarse en su estilo de Vida” así que vemos que la sabiduría no es solo saber mucho, o tener mucha experiencia, etc.

Son varias cosas: Temer a Dios que implica respeto a Él por sobre todo, y viviendo conforme a su ley, a lo que Él nos pide. Y muy claro dice este texto: practicándolo en nuestros principios de vida, para aplicarlo así en nuestro diario caminar. Ésto es lo que comúnmente llamamos Valores, bueno entonces implica que Dios sea el valor que rodea todo, y que ésto marque la pauta.

Así que podemos entender que la sabiduría es algo que todos podemos llegar a tener, si le pedimos a Dios, que nos enseñe a vivir conforme a su voluntad, y a ordenarnos de tal manera que nuestra vida sea testimonio de que Él está en nosotros.


Así que como hijos de Dios, tenemos que verlo a Él como la norma para ordenarnos, me gusta mucho pensar que Dios es nuestro todo, Él quiere ser nuestro estilo de Vida, porque conforme a Él nos movemos, conforme a Él trabajamos y organizamos nuestros días, nuestro tiempo, establecemos relaciones en nuestro trabajo, con nuestros amigos, etc…


Dios me enseñó que todos como sus hijas e hijos podemos aspirar a la sabiduría, ¡Claro que sí! Sólo tenemos que pedírselo y eso sí trabajar duro por ello, el ¿Cómo? Es claro, debemos buscarle primero a Él, instruirnos en su palabra. Pero no es algo de un día, muy bien dicho está en el versículo de Salmo 90:12 “A contar nuestros días” “Días” es decir en PLURAL, por lo que Dios nos escucha y Él se alegra cuando nuestras peticiones son para servirle mejor, para vivir mejor para Él.


Un ejemplo lo encontramos en 2 Crónicas 1:1-13, donde vemos la historia de Salomón, quién fue como dice la Biblia, afirmado en su reino, Dios lo bendecía en gran manera. Como vemos en el versículo 7, una noche en el altar Dios le apareció a Salomón, y le dijo “Pídeme lo que quieras que yo te dé” y en los versículos siguientes, leemos como el Rey Salomón en el versículo 10, le dijo a Dios: “dame ahora sabiduría y ciencia para presentarme delante de este pueblo; porque ¿Quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?”


En el versículo 11 y 12, Dios le dice: “Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti”.


El rey Salomón de corazón le pidió a Dios sabiduría, y no para ser exaltado, sino para hacer mejor su trabajo para Dios, y como vemos en los versículos anteriores, “como pediste sabiduría y ciencia para gobernar MI pueblo”… Esto que Salomón hizo es un claro ejemplo de lo que podemos pedirle a Dios, Él nos escucha, Él está esperándote a que le dediques tus días y a que de corazón quieras vivir sabiamente, lo demás vienes por añadidura, así como Salomón pidió sabiduría, y además recibió bienes y bendiciones. Pero lo más importante recibió el apoyo de Dios.

Dios te dio a vos y a mí la Vida, que es un gran regalo, y además la Salvación que es el mejor de todos, por eso tus días y los míos no pueden ser solo días que pasan, debemos verlos como oportunidades de crecer, de ser mejores, de vivir para Cristo sabiamente.

Así que ¿Qué esperas? Pide que Él te dará, porque entonces Sabio no es el que más conoce sino ¡el que mejor vive! ¡Él te puede ayudar a contar tus días con algo muy especial: con sabiduría!

Sofi :)

"Ayúdame a contar mis días"

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