top of page

​Todas las personas en algún momento fuimos niños, puede que ahora sean parte de tu familia: hijos, primos, sobrinos, hermanos. O quizás alumnos, vecinos o aunque no estés constantemente rodeado de algún pequeño de estos, mínimo pasaste por esta etapa hace poco o muchos años atrás.

​

Si pensamos ¿Cómo son los niños?, ¿Qué nos caracterizaba a nosotros de pequeños? Algunas palabras que describen a la mayoría son: entusiastas, inocentes, puros, alegres, espontáneos, uno que otro travieso... pero no hay maldad en ellos.

¡Volvámonos como niños pequeños!

La niñez es una etapa de aprendizajes, una nueva vida llega al mundo y no solamente crece y se desarrolla físicamente, también tiene alma y corazón, siente, piensa y expresa, pero me detengo a pensar sobre todo en cómo es su corazón.
​
Jesús cuando predicaba estaba rodeado de miles de personas y los niños también fueron parte del mensaje que compartió, en varias ocasiones se refirió a ellos y los tomó como ejemplo. Recordemos en Mateo 18:2-4, cuando le preguntaron ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?, y Jesús puso en medio a un niño y dijo: "Para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños. Porque en el reino de Dios las personas más importantes son humildes como este niño"

Aquí vemos una palabra clave: Humildes... la humildad es sinónimo de sencillez, inocencia, obediencia... todas estas virtudes encerradas en una sola palabra, así es que Jesús no pudo ser más claro, por eso es que nos dijo: tenemos nosotros adultos que cambiar nuestra forma de vivir y buscarle como un niño pequeño, que de corazón quiere creer y se quiere entregar.


 

¿Alguna vez has visto a un niño apasionado por algo? En mi caso, una de las mayores oportunidades que Dios me ha dado, ha sido poder trabajar con niños, esto es algo que disfruto mucho, estar rodeada de ellos hace que salga lo mejor de mí, que vuelva a ser como una niña pequeña: espontánea, alegre, sin preocupaciones ni estrés de mis compromisos de adulta, es como un aire refrescante. â€‹
Y es en mi trabajo con ellos que he podido entender qué quiso decir Jesús con esas palabras, he podido ser testigo de como el amor de estos niños hacia Dios es sincero, su fe comienza a crecer y no hay lugar para las dudas, porque creen en Él con todo su corazón, creen que es cierto y que es real. En una ocasión en el Club preguntamos a los chicos ¿Algún voluntario que quiera apoyarnos en esta actividad? la respuesta fue: ¡Yo, yo, yo....! un ferviente y apasionado ¡Yo quiero ir! ¡Yo quiero hacerlo!

 

Esto me recordó el versículo: "Heme aquí, envíame a mí" Isaías 6:8
​
¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a decir esto como lo hizo Isaías? y no sólo decirlo ¡creerlo y hacerlo!

 

Una pregunta que nos hace pensar... cierto, puede ser difícil, pero sólo desde la humildad y desde el deseo de vivir para Dios de todo corazón es que podemos entregarnos y aprender más de Él.
​
Por eso así como un niño pequeño se entusiasma y cree en lo más profundo de su corazón en que Jesús les ama, sin siquiera titubear, sin siquiera dudar, así nuestro corazón puede volverse a Dios, como si fuéramos niños. No importa la edad que tengas, Dios no quiere un adulto que se cree muy sabio y que ya sabe todo lo que necesita, pero le agrada un corazón que clama a Él y que le busca como si fuera un pequeño que necesita de su Padre. Lo cierto es que volvernos como niños, hará que nos acerquemos más a Él, y esto permitirá también que trabaje sobre esas cosas que hace falta pulir, y también sobre aquellas otras que incluso pueden ser heridas del pasado, que al final lo que han hecho es endurecer nuestro corazón.

Aún hay mucho por hacer, así que reflexionemos en cómo está nuestro corazón, y como un niño que se apasiona cuando aprende de Dios, y cuándo es llamado para ayudar en algo, así nosotros entreguémonos y volvámonos a Él, ¡Como niños pequeños!

 

"Como niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual pura, para que por medio de ella crezcan y tengan salvación"​

1 Pedro 2:2

 

Sofi
​

 

bottom of page